El pasado jueves me fui de puenting y todo era relativamente normal para la época, aunque quizás con un poco más calor de lo acostumbrado, pero el lunes al volver al trabajo e ir llegando al centro mi nariz me decía que me equivocaba.
Efectivamente, miré hacia arriba y pude comprobar como en dos días todos los árboles se habían llenado de azahar y su olor inunda todas las calles.
Ahora estoy deseando que llegue el descanso del cafelito o mi escasa hora de comida para poder pasear y respirar ese delicioso aroma, y si no, me conformo con sentarme en un velador al solito y respirarlo.
No hay duda, ésto es lujo.
1 comentario:
:) si que florecen temprano, aquí todavía no hay señales de que quieran empezar a florecer.
La pena, que me da alergía la flor de azahar y me ahogo :( eso sí, los naranjos están preciosos!
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