Sevilla, 2 de julio de 2008, 11 y media de la noche, mucha, pero mucha caló.
Afortunadamente tenemos una piscina de estas hinchables de tres metros y un sillón flotante, con lo cual, bikini y al agua patos, una vez fresquita y sentada en mi sillón, el mundo desapareció, sólo quedaron las estrellas y una calma total y absoluta en mi interior, definitivamente creo que en otra vida fui sirena, o calamar, o pescaíto, porque el agua me proporciona mucha paz y tranquilidad.
Tras pegar un par de cabezadas, la realidad volvió a mi, pero eso sí, tras el baño dormí como un bebe, algo es algo :)
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