martes, 12 de junio de 2012

El juego en la educación

Aún recuerdo mi primer año como docente de FPE, cuando mi compañero y yo (provenientes de una academia de formación privada) procurábamos ceñirnos todo lo posible al temario y no desperdiciar un solo minuto.

Entonces un día llegó el coordinador de la Junta que se nos asignó y nos abrió los ojos, diciendo que había que dinamizar las clases, existir ratos en los que sólo nos dedicamos a charlar o a conocernos..., en fin nos abrió a otras posibilidades.

Cuando tienes poca experiencia, vas incorporando esos "cambios" poco a poco, como un método de ensayo y error y, más tarde, cuando accedes a un curso como Metodología didáctica o Formación de Formadores, empiezas a darte cuenta del potencial que ofrecen estas actividades.

Hoy en día y siempre que la temporalización del temario me lo permite, integro los juegos como una herramienta más y en algunos casos, la única para llegar a un determinado público.

En cursos de carácter bastante técnico, como Programación en Java o Seguridad informática, en los que  imparto los módulos comunes, la acogida no suele ser demasiado grata, algo así como "ya viene ésta a soltarnos el rollo de turno". Para estos casos, nada como El desafío de Worky, un juego de Prevención de Riesgos Laborales tipo arcade, desarrollado por la Diputación de Valencia si mal no recuerdo.


Otro ejemplo, en el módulo Redacción de cartas e informes comerciales las personas suelen manejar poco vocabulario utilizando los mismos términos una y otra vez. Solución: algunos viernes previos al comienzo del módulo, a última hora de la jornada cuando ya la gente está cansada, aprovecho y jugamos al Scattergories, de forma que poco a poco fuerzan la mente para trabajar con nuevas palabras casi sin darse cuenta.

En relación a este mismo problema, cada vez que hay que trabajar escribiendo datos en tablas, listas... propongo a alguien que diga una letra y luego "fuerzo" a que el resto de la clase diga nombres, provincias... que comiencen por dicha letra.


A veces y para determinadas materias, es necesario acostumbrarse a prestar atención al detalle, a plantear estrategias...; en tales casos, de nuevo aprovecho el último ratito de la semana para jugar con cartas, por ejemplo, al Uno que me sirve para desarrollar las aptitudes, actitudes y/o habilidades que busco.


En resumen, asociamos el juego como una forma natural de aprender para los niños pequeños, pero en cierta medida resultan completamente adecuados también para un alumnado adulto.

3 comentarios:

Carol, Lur, o llámame algo bonito xD dijo...

Super-interesante e inspirador! muchas gracias por los ejemplos; me encanta la idea. Estoy pensando cómo aplicarlo más con mis mayores.
No creas, me doy cuenta, que también utilizo el juego para mantener la atención y fomentar el espíritu lúdico, pero potenciarlo más me parece una genial idea: como hacer una porra para ver cómo acaba un cuento y quien acierta ;P

LMR dijo...

La cuestión es que vayas probando cuales se adaptan mejor a tu temática y con cuales obtienes mejores resultados :)

maria dijo...

Thank you so much for sharing... angry birds uno rules