La experiencia pasada estos últimos días, me ha hecho reflexionar acerca de cómo nos comportamos cuando se muere alguien a quien queríamos y llega el momento de la despedida definitiva.
Todos sabemos que hagamos lo que hagamos, no es posible arreglar nada, pero a pesar de eso nos empeñamos en seguir pequeños rituales o actuar de una determinada forma, como una especie de homenaje a la persona que nos deja.
Y realmente no tienen que ser grandes gestos, puede consistir en algo tan sencillo como ponerte unos pendientes que te había regalado, una colonia que le gustaba, o darle un último Buenos días; simplemente, algo que nos reconforte un poquito ante la distancia que a partir de ahora nos separará.
En cualquier caso, pequeños gestos que nos acercan una última vez a aquellos a los que ahora sólo podemos decir: ¡HASTA SIEMPRE!
4 comentarios:
"En cualquier caso, pequeños gestos que nos acercan una última vez" -y para siempre- :-))
Muy bonita entrada Lucía.
Ahora mismo llevo puesto el anillo de mi abuela materna -pequeño homenaje-, otras llevo la cadena de oro de mi abuela paterna; o el colgante en forma de corazón de mi madre-que sigue viva-. Me imagino además, que contacto a través de ellos con esa sustancia que les hace tan especiales o tan especial nuestra relación con seres queridos, y que es transmitible... ;-)y que se regocijan dándome su bendición, compatiendo mi vivencia de algún modo (viviendo un poquito más a través de mí) :-))
Un abrazo!
Carol -Lur-
En esos momentos que tan bien describes, me conmueve tanto el tiempo delicado que les queda, que pienso que cualquier pequeño gesto -siempre que no moleste- tiene que llegar!
... y entonces, ¿no te ha pasado, que te das cuenta que es la otra persona la que te regala un algo inolvidable, inspiradas por el momento?
Completamente de acuerdo con los dos comentarios, son pequeñas cosas que nos sirven para mantener el contacto, pero que la vela no se apague y su luz siempre nos reconforte :)
:-)
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